ILV, patí­n volador personal

La asignatura pendiente de la plataforma monoplaza voladora Vertipod era la seguridad. Esta otra desarrollada por el PAM Group parece mucho más consistente. Aún más, el ILV o Vehí­culo de Elevación Individual (Individual Lifting Vehicle) es muy fácil de pilotar y su implantación en algunos sectores parece más viable.

Se trata de un proyecto que arrancó en 1989 de los empresarios Bob Pegg y Clem Makowski. Incluso, ellos mismos construyeron los primeros prototipos. El invento lleva un sistema de dos hélices alimentado por un motor doble de 105 caballos capaz de elevarnos a una altura de entre 6 y 9 metros. Actualmente puede desplazarse a una velocidad de 96 kilómetros por hora.

Gran parte del interés que puede generar el ILV radica en su comodidad a la hora de pilotarlo. Por ejemplo, la dirección se controla inclinando y moviendo nuestro cuerpo de la forma adecuada. Para estabilizarlo en el aire basta con balancearse lo suficiente. Es decir, que con unas pocas nociones cualquiera estará capacitado para manejarlo de forma segura, aunque de momento se exigen algunas licencias de pilotaje.

Aparantemente han pensado en todo, porque si uno de los motores falla el otro es capaz de alimentar ambos rotores a la vez. E incluso en ese caso la compañí­a ha pensando incluir un paracaí­das de serie por si acaso.

La intención del PAM Group es que el vehí­culo se utilice en tareas de rescate o en fumigación de cultivos entre otras actividades. Cuando salga al mercado, cada ILV costará en Estados Unidos 50.000 dólares (34.000 euros).

Ví­a: TechEBlog y Gizmag