El sector de la fotografía ha cambiado mucho desde los tiempos del blanco y negro y el flash de magnesio. En los últimos años, la fotografía digital lo ha condicionado en varias direcciones. Si hasta hace poco la batalla la libraban las cámaras analógicas y las digitales, la realidad nos dice que tres de cada cuatro fotos tomadas en España en 2006 fueron hechas con un teléfono móvil*.
El gran público se decanta por estos aparatitos multifuncionales. Integradas o no dentro de un teléfono, las cámaras digitales ofrecen cada vez más calidad de resolución y, como consecuencia, están provocando un gran crecimiento en las ventas de tarjetas de memoria. Además, la tendencia reinante es almacenar las imágenes en soporte digital en lugar de imprimirlas. A pesar de todo, el público sigue recurriendo a las tiendas de revelado cuando quieren pasar sus fotos a papel, en lugar de usar una impresora casera.
Mientras tanto, la fotografía analógica está en plena decadencia: apenas el 1% de las fotos españolas del 2006 se tomaron con esta tecnología*. El último bastión donde las cámaras analógicas siguen reinando es el sector profesional. Un dominio que, no obstante, se está viendo amenazado por la cada vez mayor aceptación de las cámaras réflex digitales.
Requisito obligatorio de todo teléfono que se precie
Según Gartner, casi la mitad de los móviles vendidos el año pasado en todo el mundo iban equipados con cámara, y en 2010 la proporción crecerá hasta 8 de cada 10. Según un estudio de The Phone House en España ya estamos viviendo esta situación: el 88% de los terminales vendidos durante el mes de Mayo servían para hacer fotos, además de llamadas.
Pero no aumenta sólo el equipamiento en sí, sino también la calidad. Nos hayamos inmersos en la «batalla del megapíxel«, la unidad con la que se mide la resolución de las fotos que pueden obtener estas cámaras. Actualmente casi todos los nuevos teléfonos que salen al mercado parten con un mínimo de 2 megapíxeles, suficiente para imprimir fotos con calidad óptima en el estándar pequeño de 10 x 15 centímetros.
En España podemos encontrar un modelo como el Nokia N95, con 5 megapíxeles, y en el mercado asiático Samsung ya ofrece modelos con 10 (a España traerá uno de 8 en las próximas navidades). El consumidor entiende que, cuantos más megapíxeles, mejor es la cámara. Sin embargo, hay otros aspectos técnicos a tener en cuenta. Como la calidad de la lente o la posibilidad de incluir zoom óptico, en lugar del mal llamado zoom digital, que funciona como una lupa y empeora la imagen.
En este sentido, el propio N95 ya está equipado con óptica Carl Zeiss. El zoom óptico de momento sólo podemos encontrarlo en dos terminales: uno de tres aumentos en el Nokia N93 (también con óptica Carl Zeiss y 3,2 megapíxeles) y otro de dos aumentos en el Sharp V602SH (2 megapíxeles). Los próximos modelos con esta aplicación vendrán de la mano de Samsung, como confesó Celestino García hace poco en SER Digital: en Julio y Septiembre esta empresa coreana lanzará dos terminales con zoom óptico de tres aumentos y 5 megapíxeles de resolución.
Como vemos, la calidad va en aumento progresivo, frente a los primeros terminales que incorporaban cámaras de calidad irrisoria. La realidad actual es que, para el uso privado y familiar, el aparato más usado para sacar fotos es ya el teléfono móvil. En próximos posts seguiremos analizando la situación del mercado de la fotografía digital en España.
* Datos de Gartner Dataquest y GFK
Especial Fotografía Digital:
– 1) El futuro de la fotografía en España está en el teléfono móvil
– 2) La fotografía en papel agoniza
– 3) Las cámaras profesionales, el último reducto de la fotografía analógica
Vía: ciberpaís
NO LO CREO, PUEDE SER QUE EL FUTURO PUEDE ESTAR DADO POR DISPOSITIVOS ACTUALES CON GRANDES MEJORAS O NUEVOS ELEMENTOS QUE CAPTUREN FOTOGRAFIAS