Aviso a navegantes: El contenido de las imágenes de este post o artículo puede dañar las mentes más sensibles. Sobre todo las de aquellos que estén esperando en casa la llegada de un televisor de plasma recién comprado.
Una pantalla de plasma de 50 pulgadas es un producto delicado. Hay que tener mucho cuidado a la hora de empaquetarlo y transportarlo. Conviene no dejarlo en manos de cualquier manazas. Como el genio que decidió embalar la peazo tele con un poquito de cartón sin más y algo de celo para cerrar su obra de arte.
¿En qué estado quedó la tele con semejante embalaje? ¿Quieres saber cómo estaba la pantalla? Haz clic a continuación para leer el artículo completo con las fotos que muestran el desastre.
Primero unas muestras más del trabajo concienzudo del ‘manitas’ de turno…
Ahora vamos ya, sin más prolegómenos, a la parte sensible y delicada del asunto. He aquí el estado del televisor, una vez abierto el paquete…
Por último, para los masocas, observemos de cerca los golpes recibidos…
Vía Tekenstein
Y yo me pregunto viendo las imágenes, ¿Como se pudo transportar? Porque parece que le haya puesto un capuchón a la pantalla!
Que dolorrrrrrrr
Lo que yo sigo preguntándome después de muchos años (trabajo en un comercio de imagen y sonido) es como hay gente tan estúpida e ignorante que cree que un ordenador, un televisor o un simple MP3 son artículos comparables en uso y transporte a una maleta Samsonite.
Un saludo.
El embalaje me recuerda a los cartones que pone mi tío para preservar del polvo la mesa de ping pong.
En cuanto a la tele… Al que lo empaquetara le va a caer un buen marrón (y merecido)
Me llega así a casa mi tele que me ha valido un pastón y no se a quien es al primero que lincho…
Me encanta!