La colisión entre Internet y los derechos de autor está dando lugar a situaciones absurdas. La última que hemos conocido nos devuelve a la Edad Media, donde los productos venían cargados con un impuesto abusivo para poder venderse fuera de su país de origen. O directamente no podían pasar la frontera. Eso acaba de pasarle a Pandora, que desde el pasado 3 de Mayo está vetada para todo aquel que viva fuera de los Estados Unidos.
Pandora es una web nacida en 2005, capaz de crear estaciones de radio personalizadas a través de Internet. El usuario escribe el nombre de su artista favorito o el título de una canción. A continuación, el sitio genera automáticamente una emisora de radio con canciones relacionadas y al gusto del oyente. Este proyecto va mejorándose gracias a las evaluaciones que los usuarios hacen de las listas creadas.
Para registrarse como usuario, había que introducir un código postal estadounidense. Ahora no bastará con eso: debemos conectarnos desde una IP de Estados Unidos. De lo contrario, seremos bloqueados al intentar entrar (como puedes ver en la captura de pantalla de abajo).
El motivo: los responsables de Pandora no quieren tener problemas con los derechos de autor fuera del país. Para poder operar en Estados Unidos, pagan un impuesto de la DMCA, la ley que regula los derechos de autor en territorio estadounidense. El problema es que no hay un equivalente internacional a esta ley, por lo que en Pandora han decidido curarse en salud, antes de tener que lidiar con todas las «SGAE´s» del mundo (es decir, antes de que les intenten hacer pasar por caja).
Un paso atrás, justo ahora que se habla tanto de la web 2.0 o de la necesidad de replantear la idea de los derechos de autor. Además, Pandora y otras páginas que ofrecen radio por Internet siguen enfrentadas con la RIAA (esa organización que pretendía recibir indemnizaciones por piratería sin ir a juicio). El motivo es que se sienten víctimas de un agravio comparativo debido a la cantidad de dinero que tienen que pagar para emitir canciones. Las estaciones de radio por satélite pagan menos. Y las tradicionales ni siquiera pagan, según afirman en TechCrunch.
Parece mentira que, hoy por hoy, una empresa tenga que bannear (prohibir) el acceso al 95% de la poblacíón mundial para no tener problemas con la ley. Esperemos que ésta no sea la pauta general del siglo XXI.
Vía: TechCrunch
QUE ENRIEDO